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El Clima 

El clima es de montaña y muy variado debido, principalmente, a los diversos  pisos altitudinales presentes, a la zona donde se encuentre: la norte hacia la costa, o la sur hacia los valles de Caracas, Guarenas y Guatire; y según la época del año. Estas variaciones en el clima se reflejan particularmente en los diferentes paisajes de vegetación que allí existen.

La temperatura media anual varía desde los 21°C en el valle de Caracas, a los 13°C en la cumbre del cerro del Ávila y los 10°C o menos en el Pico Naiguatá a 2.765 m.s.n.m. Anteriormente las temperaturas eran mucho más frías, llegando inclusive en la Fila Maestra por debajo de los 0° grados.

Se pueden diferenciar dos estaciones anuales, determinadas por la distribución de las lluvias: una época de sequía, que dura cinco meses (diciembre a abril) y que en Venezuela se denomina “verano”, en analogía a la época seca mediterránea; y una temporada de lluvias de siete meses llamada “invierno” (mayo a noviembre).

Las precipitaciones, en general, son más abundantes en la vertiente norte que en la sur. Para ambos frentes, la pluviosidad se incrementa con la altitud, hasta llegar a óptimos alrededor de los 1.800-2.000 m.s.n.m.

Los vientos predominantes son los Alisios del noreste, los cuales soplan todo el año, en especial durante los meses de enero, febrero junio, julio, agosto y diciembre. Durante los meses de diciembre, enero y febrero son frecuentes los días despejados que hacen lucir toda la belleza del parque, permitiendo observar con nitidez poco frecuente las cimas del Ávila, de la Silla de Caracas y del Pico Naiguatá.

En las regiones elevadas de la Cordillera de la Costa se presentan frecuentes nieblas y formaciones nubosas que mantienen condiciones de elevada humedad en el aire durante muchas horas del día y que han permitido la formación de diferentes tipos de selva nublada. En la vertiente sur del parque nacional esta faja de neblinas se ubica desde los 1.700-1.800 m.s.n.m hacia arriba.

¿Nieve en el Ávila? 

Hace dos millones de años se produjeron cuatro glaciaciones importantes sobre la tierra, siendo la más intensa la última, que tuvo lugar entre 30 y 13 mil años atrás, cuando una gran parte del globo estuvo cubierto por una gruesa capa de hielo e hizo que el nivel de los mares descendiera unos 60 metros con respecto al nivel actual.

De aquí que en el pasado posiblemente nevara e inclusive existieran glaciares permanentes en la cumbre de la Cordillera donde se asienta el parque nacional.  Se dice que las temperaturas en la Fila Maestra llegaban por debajo de los 0° grados. 

Uno de los primeros en plantearse esta posibilidad de los glaciares en la montaña, fue el Dr. Volkmar Vareschi (1955), quien tras subir al Pico Naiguatá en 1952 y observar el terreno, señalaría que el Pico Naiguatá, en especial la sección conocida como “Anfiteatro” (2.700 m), reunía todas las características de un “circo glaciar”. Como prueba de ello hace referencia a unas formaciones conocidas como morrenas.

En la Fila, por encima del Anfiteatro, a unos 2.700 m.s.n.m., es posible encontrar un gran bloque de granito fuertemente erosionado y con estriaciones en sentido norte-sur que lleva a pensar que estuvo sometido durante mucho tiempo a la acción de un glaciar.

 

La misma no fue observada por Vareschi, promotor de la existencia del antiguo glaciar en la cumbre del Naiguatá, quien lamentaría no haber encontrado esta prueba de efectos glaciares.

Otra razón que llevó a pensar al Dr. Vareschi en esa posibilidad, fue la presencia en  La Padrera y especialmente en el Anfiteatro, de un arbusto conocido como “Sphagnum” (Shagnum magellánicum), un musgo asociado en todos los continentes con los glaciares.

De acuerdo con los estudiosos de las glaciaciones, en las cordilleras extensas como Los Andes, el límite inferior de las nieves está situado tan solo 400 metros más altos que en cordilleras pequeñas como donde se encuentra El Ávila. Por tanto - insinúa Vareschi-no es improbable que en algún tiempo en el Pico Naiguatá hubiera glaciares, siquiera fragmentarios.

Reportes de hielo en el Naiguatá

Existen además diversos reportes de la presencia de hielo en el Pico Naiguatá, entre ellos:

  • En 1894, el científico y periodista Francisco de Paula Alamo, señaló la presencia de una gran cantidad de escarcha sobre la vegetación, y una delgada capa de hielo en una pequeña laguna en el Pico Naiguatá.

  • El mismo año (1894), el científico y explorador Alfredo Jahn dijo haber observado en el Pico Naiguatá un fenómeno conocido como irradiación, siendo la temperatura del aire de 3°C, la del suelo descendió a 2°C bajo cero. Podía ser tan intenso, explicaba, que se producían diferencias de hasta 7°C entre la temperatura del aire y de la hierba que cubría el suelo, produciéndose así escarcha por congelación del rocío.

  • El excursionista Eduardo Rosswaag (1980), en una de sus aventuras alrededor del año 1920, encontró gran parte del  “Anfiteatro” lleno de agua con su superficie cubierta de una capa de escarcha bastante gruesa y fuerte. En cuanto a la temperatura, la más baja encontrada por él ha sido sido 2°C bajo cero y la máxima de 28°C sobre cero.

Fuentes consultadas: 

Manara, B. (1993). El Ávila; Biografia de una montaña. Caracas: Monte Ávila Editores; Fundación Cultural Chacao.

 

Manara, B. (2013) El Ávila. Un museo viviente. Fundación Patrocinante: Asociación Civil Ecológica Palmeros de Chacao.

INPARQUES. (2010). Atlas, Áreas protegidas de Venezuela: 10 Parques Nacionales. Publicación del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente MINAMB, Caracas, Venezuela.

Pereira, J., & Aso, P. (1981). Guaraira Ripano, Sierra Grande. Caracas: Cuadernos LAGOVEN.

Rosswaag, E. (1983). Por los Caminos del Ávila. Caracas: Ernesto Armitano.

 

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