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Sus historias 

Ramón Delgado, Palmero Mayor y Presiente Asociación Civil Ecológica Palmeros de Chacao, es un vivo ejemplo de la tradición, pues tiene más de siete décadas dedicado a su conservación y promoción.

 

Dice ser católico "de los pies a la cabeza". Su fe y amor a la palma bendita le resulta difícil describirla en palabras, pero lo condensa como “una conexión que va más allá del plano terrenal, que es sagrada”.

La fuerza de su espíritu no refleja los 89 años que ya ostenta. El valor que para él tiene la tradición y la montaña es innegable. Pero quizá, una de las cosas que lo hacen tan especial, son sus increíbles anécdotas; anécdotas que te roban el aliento, que te revuelven por dentro, te erizan la piel, te hacen creer en lo imposible, en lo místico, en el más allá.

La primera historia que nos relató fue la del “Indio de Chacao”.

Ramón se ganó el título del “Palmero que habla con la palma”, esto a raíz de otro hecho que le ocurrió en la montaña, esta vez con un grupo de la Biblioteca Cecilio Acosta de Los Teques, quienes querían convivir como conviven los palmeros. 

Vale destacar la forma en que toman café los palmeros, que es muy distinta a lo que conocemos. Ramón detalló que lo primero que hacen es montar una olla con agua para hervir, seguidamente le colocan el café, papelón, y lo ponen a cocinar; después que hierve, agarran una madera dura y la introducen allí, eso explota y no queda  un solo pedacito de la borra. Recuerda cómo tomaban todo el día café con su totuma. 

Pero quizá la historia que más sorprende es aquella en la que termina siendo conocido también como “el hombre que habla con las culebras”. En esa oportunidad le tocó subir al Ávila con personal de INPARQUES, quienes subirían para evaluar las condiciones de las palmas, tomar fotos, entre otros. Cuando ya venían de regreso, contó que se paró en todo el medio del camino una culebra como de 3 metros y enrollada.

Entrevista a Ramón Delgado, presidente Palmeros de Chacao 

Me ha tocado vivir cosas que quizá para el que no conozca la montaña le parezca mentira, pero siempre ha habido testigos a la hora de un incidente, y bueno, nos ha servido de experiencia la aparición de varias cosas. Yo tengo añales diciendo que cuando uno muere va directamente al Ávila, el espíritu del palmero viaja a la montaña, o quizá también el de otras personas. Las montañas se prestan mucho para transportarse y quizá hablar con sus antepasados      . 

Estábamos un grupo donde está la catarata que llaman Quintero. Yo subí como a las 9:00 p.m., alrededor de 20 personas acompañadas por la claridad del fuego, la luna. Era la parte baja de la quebrada. En una de esas, cuando estaba de espalda, saltó una persona detrás de mí y uno de los palmeros me grita  “¡Cara e´ Caballo!, ¿Quién era ese?” Era un negro fino, de piel muy lisa, con bigotes y vestido de negro. Detrás de él se tiraron dos niños como de 6 o 7 años. Yo lo llamé y le pregunté “¿Quién eres tú”?” Pero no me paró y siguió caminando hacia donde estaban los otros palmeros. Unos de los que estaban del otro lado, agarraron hojas de palma, se la menearon allí y se desapareció. Para nosotros era el Indio de Chacao     .

Ese grupo subió con nosotros, eran como 50 muchachos, hombres y mujeres. Cuando veníamos subiendo, que era de noche, porque INPARQUES no daba permisos para más de 10, pasamos al lado de una mata de palma y empezó a batirse duro, muy fuerte, y no había nada de brisa. Yo le digo: `Estáte tranquila si quieres que hable contigo` y la palma se quedó quieta. Yo enseguida pensé que era el espíritu de un palmero o un santo.  Cuando bajamos, fuimos a un acto que ellos tenían en Los Teques que nos iban a dar una condecoración y los muchachos pusieron en el salón “Bienvenidos los palmeros que hablan con la palma”. Están los testigos, fueron casi 50 personas que vieron eso     .

A mí  se me ocurrió hablarle y le dije ´Yo sé que tú eres de nosotros, déjalos pasar porque ellos van a borrar todo lo malo que está allí´. Uno a uno pasó. Cuando vamos a buscar el informe en INPARQUES salen tres mujeres y dicen: ´Mira, allí está el hombre que habla con las culebras´, y así se quedó. Cambiaron totalmente el informe que tenían, si había algo malo lo rompieron, y de inmediato nos dieron el permiso     .

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