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La reactivación del sistema

En 1999, el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez le dio una concesión al consorcio Inversora Turística Caracas (compuesta por el Grupo Mezerhane y el Fondo de Valores Inmobiliarios), para el complejo teleférico-Humboldt, que tendría una vigencia de 30 años.

El plan abarcaba la reactivación del teleférico en sus dos tramos, el reemplazo de la caminería existente y la mejora de las instalaciones al crear un auténtico parque temático, y finalmente, la puesta en funcionamiento del hotel y de un casino. 

Se descartó la idea de reactivar el sistema original del teleférico, pues era poco rentable en términos de velocidad, cantidad de personas transportadas por hora y costos de mantenimiento. Se decidió, pues, contratar a la empresa austriaca Doppelmayr para la instalación de la nueva telecabina.

En el año 2000, se reconstruyó todo el primer tramo del teleférico (Maripérez-Ávila) con la telecabina monocable Doppelmayr, así como las estaciones. Además, se  restauró la pista de patinaje sobre hielo e incorporó otras estructuras para la diversión en la estación Ávila. 

El complejo inició sus operaciones en 2001 con el nombre de “Parque Ávila Mágica”, con unos retoques en las caminerías y el arrendamiento y apertura de locales comerciales, restaurantes, entre otros. En el Hotel, apenas se estaban iniciando unos trabajos de acondicionamiento y remodelación, que fueron ampliamente rechazados por Sanabria, quien expresó:

Sin embargo, no se realizaron los trabajos para la realización del casino, que hubiera podido sostener financieramente el relanzamiento del sistema y del tramo hacia el litoral.

 

Aunado a esto, comenzaron a reportarse otros problemas: vulneración de leyes como el consumo de bebidas alcohólicas en parques nacionales, la contaminación de las áreas cercanas al hotel, restricción del paso de los excursionistas, el querer reformar el hotel, a pesar de encontrarse protegido por el Instituto de Patrimonio Cultural, como patrimonio cultural de la nación, el cual establece que debe ser “resguardado, protegido y conservado”.

Todo esto, sumado al endeudamiento con el gobierno por no pagar la cuota de beneficios, llevó a una anulación del contrato por parte del gobierno nacional, que en 2007 comenzó a administrar el sistema, alegando que la compañía no había cumplido con las mejoras pautadas y específicamente en lo relativo a la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural. En consecuencia, el sistema regresó a manos del Estado a través de MINTUR.

El 22 de abril de 2010, por decreto n° 7.388, el fallecido presidente Hugo Chávez cambió el nombre del Parque Nacional El Ávila por el de "Warairarepano", siendo rebautizado el sistema como "Sistema Teleférico Warairarepano”. Este cambio se realizó, según, para honrar a los pobladores originarios de la montaña, los indios Caracas de la etnia Caribe, quienes de acuerdo al mandatario le llamaban así. ¿Qué tan cierto es esta afirmación?

Las promesas 

Desde mediados de 2007, el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez anunció la recuperación del Hotel Humboldt y del teleférico al litoral. ​

  • En 2008, MINTUR anunció que el proyecto de reconstrucción del segundo tramo del teleférico, había sido aprobado y que su realización se haría por etapas, y una vez iniciadas las obras, estaría operativo en 8 meses. Sin embargo, para 2014 (ya como presidente Nicolás Maduro) aun no se habían iniciado los trabajos, a pesar de las promesas. Hoy, no se observan grandes avances a pesar del tiempo transcurrido y los habitantes de Galipán rechazan por completo la nueva ruta, que afecta a sus pobladores. 

El sistema será sustituido por uno monocable  y las cabinas se estima que tengan una capacidad para 8-10 personas. Los trabajos implican la remoción completa del antiguo sistema. 

Desde el 2001, solo se encuentra en funcionamiento el tramo del teleférico que va desde la estación Maripérez, en Caracas, hasta la cima del Ávila. En la estación Maripérez se encuentra una amplio estacionamiento, kiosco con diversos aperitivos, baños, parques infantiles, cajeros, fuente de soda y más. Además, es posible observar la cabina presidencial, usada el 11 de diciembre de 1956, por Pérez Jiménez, así como una cabina roja del antiguo sistema.

Mientras, que en la estación Ávila (Warairarepano), se encuentra una larga caminería colmada de kioscos y restaurantes, donde se puede disfrutar de unas fresas con cremas, un chocolate caliente, cachapas, sándwich de pernil y mucho más, así como una variada programación recreativa y cultural para pequeños y grandes. También cuenta aún con una pista de patinaje. 

La instalación actual fue construida utilizando el antiguo sistema como teleférico de servicio. Cuenta con tecnología austriaca, a cargo de la compañía “Doppelmayr”, quien proporcionó todos los equipos para llevar a cabo el montaje del sistema, a excepción de las cabinas, construidas por la firma suiza “CWA” y la guaya, fabricada por la empresa suiza “Fatzel”.

El recorrido es de alrededor de 3,5 kilómetros, desde la avenida Boyacá (sector Maripérez) hasta la cumbre del cerro Ávila. Sin embargo, con la nueva telecabina Doppelmayr se sacrificó la altura del trayecto, ya que se incluyeron más torres que en el anterior sistema teleférico, y de menor tamaño. Se pasó de tener seis torres de 35 metros a 23 torres de 16 metros. 

Por otro lado, se redujo el número de pasajeros por cabina, pero es capaz de subir más que el doble que antiguo sistema (1.920 personas por hora), esto debido a la modernización del sistema y a la incorporación de más cabinas. Cada cabina soporta 08 personas (640 kg)Su velocidad es de 6 m/s, siendo el tiempo de recorrido de 10 minutos exactos; no obstante, la velocidad normal de operación es de 4 m/s, durando el recorrido alrededor entre 12-15 minutos. 

El sistema cuenta en total con 87 cabinas, de las cuales 74 de ellas son para pasajeros particulares; 10 para pasajeros VIP, 2 de carga llamadas también “arañas” y una para emergencias. Todas poseen un sistema de comunicación (botón rojo) que puede ser utilizado en caso de algún percance, así como un botón blanco para encender las luces.

Este sistema sigue siendo hoy, referencia obligada del quehacer turístico de Caracas. Durante su recorrido es posible apreciar los cambios de vegetación de la montaña. En la parte inferior, se observan las sabanas, así como en las antenas de Papelón y la Cruz del Ávila; más adelante, los bosques de galería de la quebrada Gamboa y el bosque nublado en donde resaltan las palmeras.

Al llegar a la fila de la montaña, el visitante puede disfrutar de unas vistas increíbles. Hacia el norte, sobre los sembradíos de flores de Galipán y el Litoral, y hacia el sur, sobre la ciudad de Caracas y la cadena montañosa de la Serranía del Interior.

 

El clima frío y con bastante viento son también algunas de las características que lo hacen muy atractivo a los habitantes de la zona metropolitana, pues es diferente al de la ciudad.

  • Por otro lado, con relación al Hotel Humbolt, alrededor de 2010 se iniciaron las obras de rescate, estimándose que las mismas estarían concluidas para el año 2014. Sin embargo, no fue así, se sucedieron años y años de abandono.

Finalmente, se espera que sea reinaugurado en unos meses. En el proyecto, están involucrados arquitectos estudiosos de la obra de Sanabria y dirigido por el arquitecto Gregory Vertolli, con el objeto de conservar en lo posible la concepción original del edificio y sus zonas adyacentes.

El actual sistema teleférico
Reactivación y sistema actual 

Las intervenciones fueron un desastre y nunca me consultaron, sellaron los arcos  y se perdió la vista panorámica desde el interior; eliminaron la chimenea y pintaron los techos que son de acero inoxidable; alteraron el paisajismo hecho por Roberto Burle Marx, sembraron especies que no pertenecen al Ávila e impiden la vista hacia Caracas     .

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