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El Hotel Humboldt sigue siendo hoy uno de los elementos más atractivos a la vista que tiene Caracas, una imagen que se ha adueñado de folletos y postales, pero que, sin embargo, ya tiene más de 20 años de abandono. Desde su construcción se convirtió en un referente arquitectónico del país y también de Latinoamérica. 

La torre cilíndrica corona desde 1956 la cima del Pico Ávila, del parque nacional a 2.159 m.s.n.m. Las obras civiles estuvieron a cargo de la compañía venezolana Eneca. El arquitecto encargado de la obra fue Tomás Sanabria, mientras que el ingeniero estructural fue Oscar Urreiztieta. El paisajismo era responsabilidad de Roberto Burle Marx, el mismo que llevó a cabo el diseño del Parque del Este, este nunca se concluyó.

Humboldt es un nombre que honra y deriva del naturalista alemán Alejandro von Humboldt, quien fue la primera persona en subir a la Silla de Caracas y quien realizó múltiples exploraciones a la serranía,  dejando por escrito sus observaciones.

La construcción del hotel duró exactamente 7 meses (199 días) comprendidos entre el 16 de mayo de 1956 y el 29 de noviembre de ese año. La inauguración formal se llevó a cabo  un mes después, el 29 de diciembre,  siendo bautizado por Pérez Jiménez como “la hostería de la cota 2000”. Fue puesto al servicio del público en general en marzo de 1957.

El corto plazo para la realización del hotel, es uno de los hitos sorprendentes, si se toma en cuenta su instalación, las dificultades para acceder a la región, en lo que el transporte de materiales y maquinaria se refiere, que se hizo a través de una carretera abierta expresamente para la ocasión en notable pendiente.

La obra fue llevada a cabo gracias a la ardua labor de 600 obreros que trabajaron durante tres turnos y tenían variadas procedencias: portugueses, españoles, italianos, alemanes, americanos y hasta habían ucranianos y holandeses. Además influyó enormemente la presión ejercida por el gobierno del general.

En este documental, titulado “Hotel Humboldt, un milagro en el Ávila”, del venezolano Federico Prieto, se puede apreciar todo lo que conllevó su montaje y el significado de tan emblemática obra de la ciudad de Caracas.

Aunque en principio se pensó en hacer un hotel para uso exclusivo de la academia militar, con más de 400 habitaciones, este proyecto nunca se concretó, de modo que se creó únicamente un hotel de 70 habitaciones en una torre circular de 14 pisos y 59, 50 metros de altura. Fueron diseñadas como suites, compuestas por una sala, dormitorio, sanitario, vestier y balcón.

Por su ubicación, su acceso y la excelencia de las vistas panorámicas se convirtió desde el primer momento en que se conoció el proyecto en uno de los iconos de referencia del país. Para acceder a él, se debía tomar el teleférico de la cresta, que conectaba con la zona del lobby.

El Hotel Humboldt contaba con 5 bóvedas donde se alojaban las áreas sociales como: Boite o sala de baile, bar, comedor, sala de eventos, piscina climatizada, lobby, registro, peluquería/spa, entre otras. En el último piso fue construido un Bar Mirador con dos terrazas al aire libre, y desde donde se tenía, al igual que en las habitaciones, una espectacular vista 360° de Caracas, el pueblo de Galipán y gran parte del litoral central, gracias a su diseño único en forma circular.

Entre las más llamativas características de la recepción del hotel resaltaban por su belleza el piso del lobby, elaborado con una piedra semi preciosa (jaspe verde) y la chimenea, elaborada con cobre y con forma de campana.

Destaca la piscina climatizada, que simbolizó toda una experiencia para aquella Caracas de los años 50´ y 60´. Fue la primera piscina temperada construida en el país y como dato curioso, lo primero en hacerse del hotel, pues los obreros requerían de un sitio donde depositar el agua bombeada de los riachuelos (que era poca), para el uso de maquinaria hidráulica y servicios.

Se encontraba flanqueada por una pared de vidrio desde la que se podía ver el mar a 2.000 metros de altura. Para iluminar la piscina, contaba con 20 bombillos ubicados en los lados, los cuales también generaban algo de calor. Fue definitivamente un éxito, pues garantizaba el éxito de bañarse sin que afectara la intensidad del frío de la montaña.

Por otro lado, no se puede pasar por alto su salón de baile llamado “Boite” (del término francés: Caja de música). Fue uno de los sitios donde grandes orquestas, músicos, cantantes y demás, hicieron su mayor espectáculo. Este salón contaba con una de las primeras pistas de baile giratorias del país capaz de elevarse al nivel de la tarima.  

En ese salón estuvo Celia Cruz, Los Billos Caracas Boys, Los Melódicos y gran cantidad de aristas tanto nacionales como extranjeros. Este espacio fue diseñado en inicio para edificar un casino, pero ante la negativa de la idea por parte del General Marcos Pérez Jiménez, el arquitecto Tomás Sanabria decidió solamente hacerlo de uso recreativo para los huéspedes del hotel.

Por último, podemos destacar del nivel inferior el restaurante, el cual contaba con una losa fraccionada en tres desniveles y cubiertas abovedadas revestidas en su interior con losetas acústicas dispuestas a modo de ajedrez. De la bóveda colgaban las luminarias diseñadas por el arquitecto Sanabria junto al artista catalán Abel Vallmitjana.

Humboldt en honor al naturalista alemán
La construcción del hotel

Desde alrededor del 2010, estando como presidente Hugo Chávez, se iniciaron las obras de rescate, estimándose que las mismas estarían concluidas para el año 2014. Sin embargo, no fue así, se sucedieron años y años de abandono. Finalmente, se espera que sea reinaugurado en pocos meses. El presidente Maduro anunció que el hotel será "el primer siete estrellas de Venezuela".

En el proyecto, están involucrados arquitectos estudiosos de la obra de Sanabria y dirigido por el arquitecto Gregory Vertolli, con el objeto de conservar en lo posible la concepción original del edificio y sus zonas adyacentes.

El Hotel Humboldt 
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