
Galipán forma parte de las “poblaciones autóctonas” del Ávila o Waraira Repano, pues antes de su declaración como parque nacional, el 12 de diciembre de 1958, ya habitaban sus linderos. De hecho, se considera que fue el primer núcleo de población no indígena que se asentó en el territorio del parque.
Originalmente, estuvo conformado por canarios y descendientes de ellos, que llegaron al país en el siglo XVIII, dedicados inicialmente a cultivar café y frutas que vendían a los mercados de La Guaira. Posteriormente, introdujeron otras variedades de cultivos, hortalizas, flores, eucaliptos, frutas como duraznos y fresas.




Es un conocido y pintoresco poblado rural, integrado por casas dispersas, muy atractivas, bien cuidadas, provistas de jardines y rodeadas de vegetación de mucho verdor. Hoy por hoy, es posible observar los extensos cultivos de flores y árboles frutales-especialmente el durazno. De hecho, se le considera como uno de los principales abastecedores de flores en el área metropolitana.
Sin embargo, hoy día viven sobre todo de la actividad turística a través de la oferta de posadas, restaurantes, paseos a caballo y más. Hay quienes dicen que Galipán ya no es igual. Una de estas personas es Oswaldo Monte, quien lamenta que todo sea comercio y ya no exista el calor de la gente del pueblo.
Los poblados de Galipán son: San Isidro, San Antonio, San José, San Francisco y Manzanares. Se localizan en la vertiente norte del parque, en la jurisdicción del estado Vargas, parroquia Macuto. El poblado está comprendido entre las cotas altitudinales 600-1.900 m.s.n.m. Se le puede llegar desde Caracas por la vía carretera que arranca en la entrada de Cotiza o bien, bajar desde el teleférico.








El camino del pirata
El camino de Galipán, el tan transitado por Cotiza, fue desde el pasado, otro de los caminos que comunicaban Caracas con el Litoral.
Fue por este camino donde el mes de mayo de 1595, el corsario Amias Preston llegó acompañado de 500 hombres armados, en su mayoría ingleses, a Caracas, la naciente capital de Venezuela, donde la sometió durante varios días a un subsecuente saqueo e incendios; mientras los caraqueños estaban esperándolos en armas por el Camino de los Españoles. Cabe destacar, que el pirata Preston cruzó por donde está el Picacho, tan frecuentado actualmente.

El único caraqueño que quijotescamente se le enfrentó sobre un caballo, con una lanza y su armadura fue el anciano y español Andrés de Ledezma, a quien los piratas finalmente mataron con un tiro de arcabuz, pero luego, como muestra de aprecio, lo cargaron en hombros para darle una honrosa sepultura. Dicen que su hazaña, inspiró a Cervantes a escribir su famoso libro “El Quijote” y gracias a ella se le recuerda como el "Quijote caraqueño".


El deseo de resguardarse de otras sorpresas como la dada por Preston, llevaría al Cabildo caraqueño a ordenar la construcción de una red de fortificaciones en el Camino de los Españoles para la defensa de la ciudad.
Por este camino se tiene acceso actualmente hacia el litoral por Macuto y Punta de Mulatos, pasando por los poblados de San José y San Antonio de Galipán. Años atrás cuando unos derrumbes cerraron el paso por la autopista Caracas-La Guaira, muchos vehículos rústicos accesaban al litoral por esta vía.

En una de las rutas que hicimos para el mausoleo de Knoche, pudimos conocer a Jesús Fabricio Guanches, quien reside en San José de Galipán, y es descendiente de los primeros pobladores de Galipán. Él nos contó lo que ha escuchado del famoso pirata.